23/5/08

*DIAGNOSTICO DE LA SOCIEDAD CONTEMPORANEA*




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Diagnósticos sobre la sociedad contemporánea
Complemento de: "La realidad puede resultar en una gran mentira"

Vivimos una época de descontento, de desesperanza, de ignorar que va a pasar mañana, las personas necesitan una serie de explicaciones de su mundo que den sentido a su existencia. La actividad económica no escapa a ésta interrogante, el trabajo que desempeñamos en la actualidad, cualquiera que sea, se ha convertido en la principal forma de trascender ésta vida física. Permítanme hacer un breve recordatorio de lo que reflexionaban sobre el tema algunas personalidades, hace mas de un siglo y otros como A. Einsten, hace 50 años.
Curiosamente en la predicción subyace la realidad de nuestros tiempos, resulta sorprendente cómo fue retratado lo actual, con tal veracidad y atino que rebasa lo inimaginable. Donde magistralmente E.Fromm recopila en su Psicoanálisis de sociedad contemporánea (1954), con un tinte de critica de nuestra sociedad actual enajenante y enferma.
El siglo XX esta destinado a cualquier cosa menos a una verdadera democracia. En 1872 escribía Burckhardt a un amigo: "Tengo una premonición que aun parece un desatino y, sin embargo, no me deja tranquilo; el estado militar tiene que convertirse en un gran estado industrial"
Muchos centraron su diagnostico en la pobreza espiritual y la enajenación. Tolstoi escribiría: "La teología medieval, o la corrupción romana de las costumbres, envenenaban únicamente a sus propios pueblos, pequeña parte de la humanidad, hoy, la electricidad, los ferrocarriles y el telégrafo estropean a toda la humanidad. Todo el mundo hace suyas esas cosas, simplemente porque no puede dejar de hacerlas. Todo el mundo sufre del mismo modo, y se ve obligado en igual grado a cambiar de modo de vida. Todos se ven en la necesidad de traicionar lo más importante para su vida, la comprensión de la vida misma, la religión.
Maquinas ¿ para producir que? Telégrafos ¿ para comunicar que? Libros, periódicos ¿ para divulgar que clase de noticias? Ferrocarriles ¿ para ir a que lugar o a donde? Millones de personas reunidas en manadas y sometidas a un poder supremo ¿ para hacer que? Hospitales, médicos, dispensarios para prolongar la vida, ¿ para qué?. Son bastantes los individuos y las naciones que pueden interesarse por la civilización, pero no por la ilustración. La primera es fácil y tiene la aprobación general, la segunda exige esfuerzos rigurosos y, por consiguiente, encuentra siempre el desprecio y el odio de la inmensa mayoría, porque revela la mentira de la civilización"
Thoreau dice en su obra Life without Principle (1861), " Creo que no hay nada, ni aun el crimen mas opuesto a la poesía, a la filosofía, si, a la vida misma, que éste incesante trabajar... Sí un individuo emplea la mitad de cada día en pasear por los bosques, porque le gustan, corre el peligro de que se le tome por un holgazán, pero si emplea todo el día como especulador (talando bosques y dejando calva la tierra antes de tiempo) se le considera un ciudadano industrioso y emprendedor. ¡ Como sí a una población no le interesaran sus bosques mas que para talarlos! . El objetivo del trabajador debiera ser, no ganarse la vida, no tener una buena tarea, sino hacer bien un determinado trabajo, y aun en sentido pecunario, le resultaría económico a una población pagar a sus trabajadores tan bien, que no tuvieran la sensación de estar trabajando por fines bajos, como el de ganarse la vida meramente, sino por fines científicos o hasta por fines morales. No alquiléis un hombre que hace su trabajo por dinero, sino uno que lo hace porque le gusta.....El modo como la mayor parte de los hombres se ganan el sustento, o sea la vida, es un simple expediente y una huida del verdadero trabajo de la vida, principalmente porque no saben, pero en parte porque no quieren"
¿ Que es haber nacido libre y no vivir con libertad? ¿ Que valor tiene la libertad política, sino como medio para la libertad moral? ¿ Es la libertad de ser esclavos, o la libertad de ser libres, de lo que nos jactamos?
El sociólogo E. Durkheim dice que en la sociedad industrial moderna el individuo y el grupo han dejado de funcionar satisfactoriamente, que viven en una situación de "anomia", es decir, en una carencia de vida social estructurada, sin sentido, el individuo sigue cada vez mas un movimiento desasosegado, un autodesenvolvimiento sin propósito, una finalidad de la vida que no tiene criterio de valor y en que la felicidad esta siempre en el futuro, y nunca en ningún logro presente. La ambición del hombre, teniendo por cliente a todo el mundo, crece ilimitadamente y él se colma de disgusto ante la inutilidad de una busca que no tiene fin. La sociedad se convirtió en "un polvo desorganizado de individuos".
El socialista ingles R.H. Tawney en su obra clásica The Sickness of Acquisitive Society señala que el principio sobre el cual se basa la sociedad capitalista, es el dominio del hombre por las cosas, en la industria moderna el trabajador no da sus mejores energías porque carece de interés por su trabajo, debido a que no participa en el control del mismo. Como único camino para salir de la crisis de la sociedad moderna, postula un cambio de los valores morales, siendo necesario asignar a la actividad económica misma, su lugar propio como servidora y no como ama de la sociedad.
Lo malo de nuestra civilización no es solo, como muchos suponen, que el producto de la industria este mal distribuido, ni su conducta tiránica, ni la interrupción de su funcionamiento por acres desacuerdos, sino que la industria misma ha llegado a tener una posición de predominio exclusivo entre los intereses humanos, posición que no puede ocupar ningún interés por si solo, y menos que ninguno el suministro de los medio materiales de existencia, como si las comunidades industrializadas olvidan los objetos mismos por los que merece la pena adquirir riquezas, en su febril preocupación por los medios con que las riquezas pueden adquirirse. Debe considerarse los intereses económicos como un elemento entre otros de la vida, y no como el todo de la vida. Tiene que persuadirse a los hombres a renunciar a la oportunidad de ganancias que aumentan sin prestar ningún servicio correspondiente, porque la lucha por esas ganancias tiene febril a toda la comunidad.
Debe organizarse la industria de modo que el carácter instrumental de la actividad económica quede subrayado por su subordinación al fin social para el cual se realiza. Es probable que el trabajo que hace un hombre sea su función más importante en la sociedad, pero a menos que su vida se desenvuelva sobre un fondo social integral, no le podrá asignar siquiera algún valor a su trabajo, su incapacidad para comprender su trabajo y las condiciones en que lo hace y la idea generalizada de la inutilidad personal.
La creencia del individuo en su función social y la solidaridad con el grupo (su capacidad de colaboración en el trabajo) están desapareciendo, destruidas en parte por el rápido desarrollo científico y técnico. Con esta creencia también se desvanece la sensación de seguridad y de bienestar.
En la obra Philosophy of labor de F.Tannenbaun dice; "El mayor error del siglo pasado (XIX) fue suponer que puede organizarse una sociedad completa sobre un móvil económico, sobre la ganancia y si la compañía anónima ha de sobrevivir, entonces habrá que asignarle un papel moral en el mundo, no solo un papel económico"
Lewis Mumford dice acerca de la civilización contemporánea; "La critica más demoledora que podría hacerse de la civilización moderna es que, aparte de sus crisis y catástrofes fraguadas por el hombre, no es interesante humanamente... al final, esa civilización solo puede producir un hombre masa, incapaz de elegir, incapaz de actividades espontaneas y autodirigidas, en el mejor caso, paciente, dócil, disciplinado para el trabajo monótono en grado casi patético, pero cada vez mas irresponsable, porque cada vez tiene que elegir menos, en fin, un criatura gobernada sobre todo por sus reflejos condicionados, el tipo idea deseado, aunque nunca totalmente conseguido por la agencia de publicidad y las organizaciones de ventas de los negocios modernos, o por las oficinas de propaganda y de planificación de los gobiernos totalitarios y semitotatilitarios. En definitiva, esa sociedad solo produce dos grupos de hombres: Los condicionadores y los condicionados, bárbaros activos y bárbaros pasivos, en un tejido de falsedad, desengaño y vacío. Este caos mecánico evidentemente no puede perpetuarse, porque afrenta y humilla al espíritu humano, y cuanto más apretado y eficaz sea como sistema mecánico, más violenta será la reacción humana contra él. Finalmente llevara al hombre moderno a la rebelión ciega, al suicidio, o a renovarse.
A. Heron en su Why Men Work dice: "Es fantástico pintar una gran multitud de trabajadores suicidándose por aburrimiento y a causa de una sensación de inutilidad y frustración. Pero el carácter fantástico del cuadro desaparece cuando ampliamos nuestro concepto del suicidio mas allá de la muerte de la vida física del cuerpo. El ser humano que se ha resignado a una vida vacía de pensamiento, ambición, orgullo y triunfo personal, se ha resignado a la muerte de atributos que son elementos distintivos de la vida humana. Llenar un espacio en la fabrica o en la oficina con su cuerpo físico, hacer movimientos prescritos por las mentes de otros, aplicar la fuerza física o hacer que actúen la fuerza del vapor o de la electricidad, no son en sí mismas aportaciones de los talentos esenciales de los seres humanos"
La experiencia ha demostrado que hay tareas, y en número sorprendente, que no pueden ser hechas satisfactoriamente por personas de inteligencia media o superior.
Después de haber escuchado las voces de científicos sociales o sociólogos, revisemos y escuchemos a tres hombres ajenos al campo de la ciencia social, que sus aportaciones han influido enormemente en el entendimiento de nuestra realidad; A.Huxley, A.Schweitzer y A.Einstein.
Las acusaciones de Huxley contra el capitalismo del siglo XX se contienen en la novela de Un mundo feliz (1931) donde el autor pinta en cuadro de un mundo automatizado que evidentemente está loco, y la única alternativa que le encuentra es la vida del salvaje con una religión que es mitad culto de la fertilidad y mitad ferocidad penitente. Para hacer frente a la confusión, se centralizó el poder y aumentó el control del gobierno.
En una época de tecnología avanzada, la ineficacia es el pecado. Un estado totalitario verdaderamente eficaz seria aquel en que el omnipotente poder ejecutivo de los amos políticos y su ejercito de directores controlara una población de esclavos que no necesitan ser coaccionados, porque aman su servidumbre. Hacerlos amarla es la tarea asignada a los ministerios de propaganda, a los directores de periódico y a los maestros de escuela. Los triunfos más grandes de la propaganda se han conseguido no haciendo algo, sino impidiendo hacerlo. Grande es la verdad, pero aun es más grande, desde un punto de vista practico, el silencio acerca de la verdad. Hacer que las gentes amen su servidumbre, sin seguridad económica, probablemente no puede existir el amor a la servidumbre.
El amor a la servidumbre, comenta Huxkey, no puede establecerse sino como resultado de una profunda revolución personal en las mentes y los cuerpos humanos. Para hacer esa revolución requerimos, entre otros, los siguientes descubrimientos e inventos; Primero una técnica muy perfeccionada de sugestión, mediante el condicionamiento del niño y, después, con ayuda de drogas (como la escopolamina), Segundo, una ciencia plenamente desarrollada de las diferencias humanas que permitan a los agentes del gobierno asignar a cada uno o una su lugar adecuado en la jerarquía social y económica (Los individuos colocados en puestos para los que no son idóneos, tienden a tener ideas peligrosas sobre el sistema social y a infectar a otros con su descontento), Tercero (Ya que la realidad aunque sea utópica, es algo que la gente siente la necesidad de tomar vacaciones frecuentemente), un sustitutivo del alcohol y los demás narcóticos, algo al mismo tiempo menos dañino y más agradable que la ginebra o la heroína, y Cuarto (Pero éste sería un proyecto a largo plazo, que exigiría generaciones de control totalitario para llevarlo a feliz termino), un sistema eugénico a prueba de torpeza, destinado a estandarizar el producto humano y facilitar así la tarea de los agentes del gobierno. En Un mundo feliz, esta estandarización del producto humano ha sido llevada a los extremos fantásticos, aunque quizás no imposibles.
A medida que disminuye la libertad política y económica, tiende a aumentar como compensación la libertad sexual, el estado totalitario hará bien en estimular esa libertad. En conjunción con la libertad para soñar despierto, bajo la influencia de los narcóticos, del cine, la televisión, ayudando a reconciliar a los súbditos con la servidumbre, que es su destino.
Alberto Schweitzer escribe: "Hay que crear una opinión pública nueva, privada y libremente. La existente esta mantenida por la prensa, la propaganda, la organización y las influencias financieras y de otra clase que estan a su disposición. Este modo contranatural de propagar ideas tiene que ser contrarrestado por el modo natural, que va de hombre a hombre y fía únicamente en la verdad de nuestras ideas y en la receptividad del oyente para la verdad nueva.
¿ Tendrá el hombre de hoy, fuerza para hacer lo que el espíritu demanda de él y que la época probablemente querrá impedir?
En las sociedades superorganizadas que lo tienen en su poder de cien maneras, él debe, de algún modo, convertirse otra vez en una personalidad independiente y ejercer, así, influencia sobre ellas. Ellas emplearan todos los medios para mantenerlo en aquella situación de impersonalidad que les conviene. Temen la personalidad porque el espíritu y la verdad (que se desean amordazar) porque es un medio para expresarse. Y su poder es, desgraciadamente, tan grande como su miedo. Hay una alianza trágica entre la sociedad en general y sus condiciones económicas. Con torva tenacidad, esas condiciones tienden a convertir al hombre actual en un ser sin libertad, sin sosiego, sin independencia, en resumen, en un ser humano tan lleno de deficiencias, que carece de cualidades humanas. Y son éstas, las ultimas cosas que podemos cambiar. Aun cuando se nos concediera que el espíritu comenzara a trabajar, solo de una manera lenta e incompleta adquiriríamos poder sobre aquellas fuerzas. En realidad, se le pide a la voluntad lo que nuestras condiciones de vida se niegan a permitir".
En el presente solo circula la verdad propagandística. Mantengamos nuestra fe en el estado civilizado aunque nuestros estados modernos, arruinados por la guerra espiritual y económica, no tengan tiempo para pensar en la tarea de la civilización y no osen dedicar su atención a nada que no sea cómo emplear todos los medios posibles, aun los que minan el concepto de la justicia, para reunir dinero con que prolongar su existencia. Tiene que mantenerse la atención concentrada en la civilización, mientras que la creciente dificultad de ganarse la vida observe cada vez a las masas en preocupaciones materiales y hace que todas las otras cosas parezcan meras sombras. Darse fe en la posibilidad de progreso, mientras que la reacción de lo económico sobre lo espiritual se hace cada día más dañina y contribuya a una desmoralización cada vez mayor. Debemos proporcionarnos razones para conservar la esperanza en una época en que no solo las instituciones y asociaciones seculares y religiosas, sino también los hombres a quienes consideran guías, nos defrauden constantemente, en que los artistas y los hombres cultos actúan como sostenes de la barbarie, y notabilidades, que pasan por pensadores y que exteriormente obran como tales, resultan, cuando llega la crisis, nada mas que escritores e individuos de academias.
Una sorda desesperación se cierne sobre nosotros. ¡Qué bien comprendemos ahora a los hombres de la decadencia grecorromana, que se encontraban ante los acontecimientos, y se sentían incapaces de resistirles y, abandonando el mundo a su destino, se recogían en sí mismos! Como ellos, nos sentimos aturdidos por nuestra experiencia de la vida. Como ellos, oímos voces tentadoras que nos dicen que lo único que aun puede hacer tolerable la vida, es vivir para el momento. Se nos dice que debemos renunciar a todo intento de pensar sobre todo lo que rebasa nuestro propio destino y a esperar nada de ello. Debemos buscar descanso en la resignación. El reconocimiento de que la civilización se funda en una especie de teoría del universo, solo puede restaurarse mediante un despertar espiritual.
A.Einstein en un breve articulo titulado Why Socialism decía; "El individuo es más consciente que nunca de su dependencia de la sociedad, pero no considera esa dependencia como un a partida positiva, como un vinculo orgánico, como una fuerza protectora, sino más bien como una amenaza a sus derechos naturales y aun a su existencia económica. Además, su posición en la sociedad es tal, que constantemente se acentúan las tendencias egoístas de su carácter, mientras sus tendencias sociales, que por naturaleza son más débiles, se debilitan progresivamente. Todos los seres humanos, cualquiera que sea su posición en la sociedad, sufren a causa de ese proceso de debilitamiento. Prisioneros sin saberlo de su propio egoísmo, se sienten inseguros, solitarios y privados del ingenuo, sencillo y natural goce de la vida. El hombre puede encontrarle sentido a la vida, aun siendo como es corta y peligrosa, únicamente consagrándose a la sociedad"




Recopilado y elaborado por:
Lic.en Psic.Arturo Falcón Becerril.
arturonegro61@hotmail.com

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